Despegamos

12 12 2009

La ampliación de su terminal civil convierte a Talavera la Real en el remedio inmediato, no definitivo


El 10 de diciembre de 1953 se inauguró la base aérea T-33 de Talavera la Real. Los acuerdos España-EE.UU. alumbraron una escuela de reactores F-5, cooperación industrial entre CASA y Northop. Tres años después, un F-86 Sabre rompía la barrera del sonido. Venía de Manises. Hoy, una línea comercial comparte pistas y controladores aéreos. Nos acerca a Madrid, Barcelona cada semana, las islas en verano, y amagó los caramelos Valencia, Bilbao o París.


La crisis aparcó, entre iniciativas privadas, la construcción de un aeropuerto en Cáceres y hay dudas con Alcochete, cerca de Lisboa. Extremadura no puede prescindir de vías de progreso. La ampliación del parking y su terminal civil la convierte en remedio inmediato, no definitivo. Los accesos pueden desdoblarse si Junta y diputación lo acuerdan. Carece de vuelos charter o low cost para hermanar el santuario de Guadalupe con su homónima mexicana, enviar medicinas al tercer mundo, asistir al carnaval en Brasil, jugar al golf en Talayuela, o visitar el Magreb o La Meca. Ahora, con planes de retorno para emigrantes, nada más rápido para comunicarlos desde Suiza o Alemania. La conexión con Europa es imprescindible, comenzando por Bruselas. Incrementarían visitas al MEIAC, al Massa Solís de Cáceres, o al Carrascal de Elvas para comer unos pollos. No hay mejor dinamización del turismo rural, de embalses, caza o termal, ahora que Zapatero impulsará vacaciones Inserso para toda Europa. Con una plataforma de mercancías cerca, autovías y AVE, enviaría paquetes diminutos de bisutería, vino, quesos, jamones, artesanía o marisco el mismo día que se adquieren en Internet. Ahora, que comienza la navidad, serviría como auxilio a Madrid, Lisboa y Sevilla.


El primer espectáculo aéreo de Badajoz fue en la primavera de 1911. Un biplano aterrizaba en el Real de la Feria, un campo de fútbol adquirido por un joyero requeté -Medina- como club de tenis en la actual avenida de Huelva, entre la Delegación del Gobierno y los servicios territoriales de la Junta, antigua Casa de Falange. Una década después, tras el desastre de El Annual, ayuntamiento y diputación adquirieron por pública suscripción el aeroplano «Badajoz»: función patriótica en el López de Ayala, Covarsí pintó el plus ultra en el escudo… Acudieron a Cuatro Vientos el entonces alcalde Trujillo y el concejal Luis Plá. El acto lo presidió la Reina Victoria Eugenia. En el horizonte, se otea otro hito: la Escuela Europea de Pilotos de Caza, complemento a San Javier en Murcia. Con ella, empresas de diseño, software, saneamiento de motores, piezas, tubos, calderas… También la ciudad destacó en aviadores: el laureado Leocadio Mendiola se negó a bombardearla para vengar la matanza del 36; y un amigo de juventud, Momo, es hoy miembro de la patrulla Águilas de acrobacias.


No es de cárcel que crea en fantasías. Militar en un partido no es participar en consejos de administración. Implica. Exigen ideas, consultas, para servir al interés general. Ni aquí sembrar molinos ni allí combatirlos, sino respuestas: ¿Despegamos, comandante?; ¿Levamos ancla, capitán, mi capitán?

Diario HOY. 12 de diciembre de 2009

Libro: «Canto a mí mismo«. Walt Whitman. Edimat Libros, 2006. 128 páginas.

Oh Capitán, mi Capitán:
nuestro azaroso viaje ha terminado.
Al fin venció la nave y el premio fue ganado.

Libro: “Apuntes para la historia de la Ciudad de Badajoz”. Tomo I. Real Sociedad de Amigos del País, 1999. Badajoz. 227 páginas. Diputación de Badajoz.

Libro: «El arte de volar». Autores: Antonio Altarriba y Kim. Editorial: De Ponent. 22 €


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