Romper el calendario

23 10 2010

Esta semana se puso fin a la amenaza de otros dos años de encuestas y petición de adelanto electoral sin saber la alternativa

El cambio de gobierno no fue posible. No surtió efecto. Hubo cambios… pero dentro del mismo gobierno. Y eso no estaba en la hoja de ruta. Si se hubieran cumplido las cábalas unificadas por el “Zapatero, dimisión”, que no guardó respeto ni por los caídos el día de las Fuerzas Armadas ante el Rey y el Príncipe, todo hubiera salido a pedir de boca… para los intereses electorales de un partido. Rota la estrategia, tendrán que decidir si impera en sus filas la visión de estado, esa responsabilidad para sacar entre todos esta situación, o se impondrá otra huida hacia los extremos que buscan ahora otro cuento de la lechera porque el adelanto es ya de un final imposible. En esta semana de Ágora, con ricos debates, mirar a Portugal te enseña que allí la opción conservadora ofrece dos listas, una más extrema. A Badajoz acudió Manuela Ferreira Leite, erre que erre con el AVE o TGV, un ejemplo de fracaso electoral cuando el PSD abrazó ese espacio que linda con el sistema como oferta electoral.


Analizar la política a través de rostros, de personas, como si equipos y proyectos no fueran lo relevante, y creer que el silencio y la pasividad sería el único esfuerzo para alcanzar la tan usada España, esta reforma del gobierno obliga a romper calendarios trazados con la misma especulación que cohabita en los tuétanos de nuestra economía: Guillermo Fernández Vara, elegido por unanimidad candidato a la Presidencia de la Junta de Extremadura, jamás podría irse a Madrid porque nunca fue sólo su decisión, sino una decisión firme por colectiva. Ni él, con menos publicidad, ni otros se posicionaron contra alguien, tras oir sus reflexiones sobre estos cambios, sino sobre la deriva que tomaba el proyecto. Y el PSOE no debe estar tan solo porque salvó las primeras reformas con votos de CiU en el Congreso y ha asegurado ya el final de esta legislatura con los del PNV y la misma Coalición Canaria que hasta el día antes era socia de gobierno en Canarias, donde tampoco hay toros.


Al buen aficionado al fútbol, madridista, y también taurino Alfredo Pérez Rubalcaba le toca lidiar más en la segunda parte de esta legislatura, como el peón de confianza que se encarga del toro en los cambios de tercio. Se incorpora a la cuadrilla un vasco con tantos valores en su biografía como añorado. También, desde la izquierda, desde la coherencia, desde la leal juventud aceptan bajar, subir o cambiar de escaleras porque es el compromiso en un proyecto, esa decisión colectiva, la que diferencia un partido político de una opción personalista, de los “artistas” que nunca se quejan dentro y siempre buscan otros culpables cuando se marchan. Los españoles no aguantaríamos otros dos años de encuestas y petición de adelanto electoral sin saber cuál es la alternativa. Tampoco reeditar conflictos entre territorios, unidos todos por los mismos problemas de desempleo. Y en esta aventura no sobra nadie. Aún hay tiempo para rectificar, como lo tuvo que hacer Javier León de la Riva, ginecólogo y alcalde de Valladolid, del Partido Popular, cuando se enteró que tenía que romper su calendario… esos calendarios antiguos que los “hombres” llevaban en sus carteras.


Diario HOY, 23 de octubre de 2010

Libro: “El cuento de la lechera”. Cuento clásico ilustrado por Margarita Ruiz. Combel Editorial, 2003. 16 pags.

 

 

 

Sitio recomendado: Plaza de toros de Villanueva del Fresno. Badajoz. Reinaugurada en agosto de 2010