El amor es ciego

16 09 2011

El Ministerio de Economía certificó que el déficit anual de la Junta era del 2,7 a 30 de junio, muy lejos del 6,8 que lanzó el ejecutivo regional. Su presidente se subió a la ola de recortes por fascículos: un 10% del presupuesto y horas más tarde lo elevó al 20%. Abrazan la doctrina y no aumentarán los ingresos: los impuestos de solares, sucesiones y donaciones se eliminan; descartan vender a los inquilinos el parque de viviendas sociales como en Castilla-La Mancha, algo que dejó muy avanzado el anterior gobierno. Cien millones de euros menos. Un recorte así tocaría sanidad, la educación o los servicios sociales. Serían más de mil millones. 75 profesores asociados de la UEX y 610 laborales de GPEX sólo son el prólogo. Analistas internacionales cifran que un 20% menos en las cuentas regionales acarrearía entre ocho y trece mil desempleados. A eso, habría que añadir la paralización de la obra pública -ya anunciada- que rematará a las empresas del sector ante sus bancos; el final de los créditos ICO; la ausencia del plan local de choque, consensuado con las cajas y las diputaciones; el de empleo-experiencia, que -en Badajoz- no rebajará ni un desempleado porque de ahí sale la ayuda a domicilio… Los ayuntamientos, que no pueden perder tiempo, han subido las tasas del agua, el autobús o las instalaciones deportivas por encima del IPC, el déficit anual que incorpora cada año una familia. Con el PP, en Cáceres pueden llegar al 50% de subida.

Siempre queda el marketing. En Madrid, Monago se enfundó la máscara del barón rojo para pilotar su caravana del amor. Defendió el impuesto de patrimonio, que no figuraba en su programa electoral. Ese guiño a IU tenía trampa: que lo recauden otros. Se permitió hasta un looping: que el Estado lo reparta, dando más a quienes menos ricos tienen. Ya lo avanzó el 8 de Septiembre, tras premiar a un exitoso empresario luso. En Extremadura, sin ser desdeñable, afecta a menos de mil rentas frente a 150.000 en el resto de España. Desde que fue concejal, sabe lo cómodo que es traspasar el coste electoral de recaudar, sea a otro gobierno o una concesionaria. Si su partido gobernara en Moncloa, las piruetas reportarán más titulares en su campaña personal y nulos efectos reales en las cuentas regionales.

En Badajoz, que saben de guiños, IU ya ha denunciado la paralización de las ayudas por emergencia social al municipio. El paro en la ciudad es del 26%. La EPA de septiembre a diciembre puede dejar ciegos a tanto enamorado a primera vista. “Tendría que caer una especie de desastre, un tsunami en la economía, para que nos planteáramos una moción de censura -dijo Pedro Escobar. No está en el horizonte ni a corto, ni a medio plazo”. Hay quien ya los prevee el 20-N y en Andalucía meses después. Juega con esos cálculos. Entonces, hasta la oposición a una refinería dejaría de servir como un guiño. El desastre en Fukushima puede ilustrar el tsunami de paro que se avecina. Por eso, ya han dejado caer un poco el otro párpado. No revocan el interés social de ese proyecto industrial que aliviaría el desempleo. El desamor con IU forzaría hasta elecciones anticipadas. Pero guiñar los dos ojos al mismo tiempo termina dejándote ciego por un instante, o dando palos de ciego hasta entonces.

Diario HOY, 16 de septiembre de 2011

Libro: “El Lazarillo de Tormes”. Anónimo. Editorial Lectorum. México, 2000. 90 pags.

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