Sobre ruedas

6 11 2009

El automóvil, tanto el presente como las posibilidades futuras, también es un sector estratégico para la región y Portugal


Dicen los más optimistas que no recuerdan un momento más adecuado para cambiar de coche que el actual. Las ayudas puestas en marcha con el Plan 2000E demuestran que la intervención en la economía de forma coyuntural -puro keynesianismo- han revivido al sector y deben acompañarlo hacia necesarias modificaciones que obligan este cambio global, esta redefinición del sistema para que no reviente el planeta. Los datos de octubre anuncian que las ventas se incrementaron en un 24,8% respecto al año anterior y –tan importante como esto- siete de cada diez vehículos vendidos redujeron las emisiones de CO2, renovando así el parque móvil para reducir los daños al equilibrio climático.

Hay consenso en el proyecto de presupuestos para que se renueven unas ayudas hacia el consumidor que implican a Estado, CC.AA. y al propio sector. Los beneficios de esos 2000 euros de descuento, por vehículo nuevo adquirido, se extienden a las plantas industriales que se reparten por España, tanto donde se fabrican vehículos como sus componentes y recambios (Cataluña, Castilla y León, Galicia, Levante, Aragón, País Vasco, Madrid, Andalucía, Asturias…). Igual ocurre en el resto de Europa y el mundo. Si allí se mantienen puestos de trabajo para miles de padres y madres de familia, en las zonas no industrializadas los concesionarios, talleres, aseguradoras y sus economías de escala frenan el desempleo que está ajustando estos meses al sector servicios. Incluso, el turismo, interior o de costa, se vería seriamente perjudicado si esos trabajadores, jubilados o en activo, carecieran de solvencia para invertir en su merecido ocio.

En Extremadura, carecemos de plantas automovilísticas porque, entre otras cosas, no tenemos ciudades mayores de doscientos mil habitantes. Tenemos como mejor aproximación a Catelsa en Cáceres, una fábrica de componentes que también ha pasado por esos ajustes en cadena. Sin embargo, son muchos extremeños los que encontraron trabajo en zonas metropolitanas de España y Europa, emigrantes y exiliados, y los que tienen aquí su empleo en zonas rurales y urbanas gracias al sector. De hecho, según los datos, en Extremadura esa subida de ventas supone el 2% del incremento, muy por encima de otras comunidades.


El automóvil, tanto el presente como las posibilidades futuras, también es un sector estratégico para la región y Portugal. La posición geográfica se revalorizará paralelamente a la excelencia en los controles medioambientales que la normativa exige ya en Europa y el mundo. Además –y de eso saben los seguidores de la Fórmula 1, rallys o carreras de motos- es una caja abierta para imaginar e innovar el diseño, el patrocinio publicitario, y la I+D+i que tiene ahora el reto de hacerlos más asequibles y con todas las garantías para mayor seguridad de quienes los ocupan y del medio ambiente.


El sueño de Ford -o del sistema soviético, en parte- introdujo la producción en cadena: fabricar vehículos baratos para que sus trabajadores los adquirieran. África y América son mercados emergentes. Si la ayuda a la cooperación y la sanidad estabiliza esas poblaciones en sus territorios, todos disfrutaríamos de ese flujo que retroalimenta este mundo global. Un mundo que, bajo criterios de equidad, puede ir sobre ruedas si cada uno enciende nuestro pequeño, pero gran motor.


Diario HOY. 6 de noviembre de 2009

Libro: “La América de una Planta”. Autor: Ilf & Petrov. Editorial Acantilado. 512 páginas. 28 €

Libro: “Contrarreloj”. Autor: Eugenio Fuentes. Tusquets Editores. 2009. 329 páginas.

Le gustaba la contrarreloj precisamente porque de disputaba en soledad. (…) Él era diferente a muchos ciclistas que, acostumbrados a correr siempre en compañía, en las cronos se hundían desconcertados, desamparados como náufragos, incapaces de superar el miedo a correr solos.

Sitio recomendado: Circuito de Estoril. Portugal